La perjudicial hipersexualización infantil


Agencias / Cortesía | 10/1/2020, midnight
La perjudicial hipersexualización infantil
HIPERSEXUALIZACIÓN. El proceso inicia cuando las personas mayores adaptan a las niñas a arquetipos de belleza hegemónicos o dominantes a través de su forma de vestir y de actuar. |

La hipersexualización infantil se da cuando niñas y niños aspiran e imitan, desde una edad muy prematura, comportamientos que la sociedad actual dicta como necesarios para alcanzar la ‘belleza ideal’. Esta es una problemática que afecta principalmente a las menores porque, al halagar demasiado la belleza física sobre la interior, las niñas empiezan a construir su identidad en función de cómo las ven las otras personas, perpetuando comportamientos que caen en arquetipos de género en los que las mujeres tienen que cumplir ciertas reglas para ser aceptadas.

La diferencia en el trato de las niñas y los niños contribuye a ahondar esta problemática. La misma que queda plasmada en algo tan sencillo como la forma de vestir. A ellos se les orienta a la comodidad y su ropa les da facilidad para el juego. Mientras que, ellas son vestidas de forma en la que se prioriza cómo se ven sobre su libertad. Por eso es cada vez es más común ver a las menores de edad en portadas de revistas con ropa y maquillaje propios de una mujer adulta e, incluso en algunos casos, posar de forma sugerente en las redes sociales.

Es más común fomentar la hipersexualización infantil a través del vestuario, pero también puede exteriorizarse mediante bailes aprendidos tras observar a adultos y hasta en el lenguaje que imitan (y utilizan) luego de oír a una persona mayor.

Los especialistas consideran que el acceso a Internet representa una gran oportunidad para que las niñas sean inducidas a estas prácticas. La facilidad que tiene una menor para acceder a contenido inapropiado para su edad se comprueba en las redes sociales y también en los medios de comunicación y hasta en la industria del cine y la televisión.

Esta situación no llega a tener efecto en las menores durante su infancia, pero sí al entrar a la siguiente etapa de su vida, en la que construyen sus valores en función a un ‘ideal estético’, llegando a valorar demasiado la belleza física, lo que puede influir en que finalmente se limiten en otros campos, como el amor propio y la percepción de sí mismas. A medida que van creciendo, las niñas que fueron expuestas a estos conceptos de hipersexualización infantil tienden a desarrollar trastornos alimenticios o problemas de autoestima.

Para no caer en esta práctica, los padres de familia deben:

Evitar incentivar a las niñas a utilizar maquillaje, vestimenta y accesorios propios de adultos. Si bien ellas pueden pedirlo, esto no significa que entiendan lo que conlleva esta conducta como una expresión de su sexualidad.

Procurar ser muy cuidadosos con los contenidos a los que tienen acceso. Muchas veces puede ser divertido verlas imitar estos comportamientos, pero esas acciones pueden ser perjudiciales para su desarrollo.

No estimular la formación de relaciones románticas desde temprana edad. Al preguntarles si cierta persona les ‘gusta’ o si un niño es su ‘novio’, los padres inculcan ideas-fuerza a una edad muy precoz.

Enseñar a ejercer el autocuidado y a respetar su espacio personal, erradicando prácticas como los besos obligados a familiares y amigos, así como otras actividades que puedan confundir a los menores en su capacidad de decidir.

DEBE SABERLO

La hipersexualización infantil consiste en todas las expresiones, posturas y códigos en la vestimenta y otras conductas de los niños que son demasiados precoces para edades tempranas. Así, a través de su cuerpo, estas acciones solo consiguen darle mayor énfasis a la manifestación de su sexualidad al punto en que se llega a presentar una imagen muy similar a la de un adulto.

EL DATO

La principal consigna que los psicólogos especializados en el tratamiento infantil para estos casos es no trasgredir ni desvirtualizar la etapa de la infancia de las niñas, ya que ellas se encuentran en un momento en el que buscan jugar y aprender y no mantener una determinada imagen para ser aceptadas.