En sus primeros cien días de gobierno: Joe Biden tiene múltiples desafíos


Agencias / Cortesía | 11/12/2020, midnight
En sus primeros cien días de gobierno: Joe Biden tiene múltiples desafíos
RETOS. Joe Biden aseguró durante la campaña que su presidencia cambiaría el curso del país en múltiples frentes. “Tendremos la enorme tarea de reparar el daño que Donald Trump ha hecho”, aseguró. La tarea es titánica. |

De confirmarse la victoria de Joe Biden, las siguientes serían las posibles acciones de los primeros cien días de su presidencia:

Respecto de la pandemia, el presidente electo ha dicho que pondrá en marcha (inmediatamente asuma el cargo) una estrategia nacional para ‘adelantarse’ al coronavirus y acabar con la crisis provocada por éste. Su plan incluiría la orden de usar mascarillas en todo el país y de ampliar las pruebas de descarte de COVID-19 gratuitas, impulsando la producción estadounidense de equipamiento médico y haciendo que cualquier futura vacuna sea gratuita para todos, tengan o no seguro de salud. Biden aseguró que mantendría en el equipo de la Casa Blanca contra el coronavirus al respetado inmunólogo Anthony Fauci. También cancelará el proceso que retira a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Reabrir efectivamente la economía nacional será otra prioridad inmediata de Joe Biden, que pedirá al Congreso de la Unión acordar un enorme paquete de estímulo para enfrentar los efectos de la pandemia y ayudar a las familias que más están sufriendo, así como a los golpeados pequeños negocios. Para este fin, el presidente electo pondrá en marcha el plan Build Back Better, una estrategia que inyectará 700,000 millones de dólares con el objetivo de crear millones de trabajos. El financiamiento vendría del cobro de mayores impuestos a los más ricos y a las grandes corporaciones. También ha dicho que invertiría grandes cantidades de dinero en el sector de energías renovables.

El creciente número de huracanes e incendios forestales de los últimos años es prueba suficiente para que la Administración Biden regrese a Estados Unidos al Acuerdo de París. Biden tiene listo un ambicioso plan de dos billones de dólares para la lucha contra el cambio climático, que incluye una ‘revolución de energía limpia’ que busca una economía estadounidense de cero emisiones, como máximo, para el 2050. El presidente electo ha también prometido que organizaría una cumbre con los principales contaminadores del mundo para ‘persuadirles’ de llegar a compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de carbono; y revertiría rápidamente varios retrocesos decididos por Trump respecto de importantes regulaciones sobre estándares ambientales.

La reforma judicial será otra prioridad de Joe Biden, que ha prometido nombrar rápidamente una comisión bipartidista que tendría 180 días para estudiar el sistema judicial y proponer cambios. Es importante destacar que el Demócrata ha dicho que no contempla aumentar el número de integrantes de la Corte Suprema más allá de los nueve magistrados actuales. Sus planes para reformar la justicia criminal incluyen crear un programa de subsidios que motive a los Estados de la Unión a reducir el encarcelamiento y el crimen, asegurando vivienda para exconvictos y estrategias para reducir la reincidencia.

En el sensible tema migratorio, Joe Biden dijo en campaña que inmediatamente después de juramentar al cargo crearía un grupo de trabajo federal para reunir a más de 500 niños que fueron separados de sus padres por la Administración Trump en la frontera con México. El presidente electo ha descrito esas separaciones como el resultado criminal de la política de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump, que ha buscado disuadir a los inmigrantes de cruzar hacia territorio estadounidense. Biden prometió también que revertiría las prohibiciones de viaje que impiden que nacionales de varios países de mayoría musulmana ingresen a Estados Unidos.

Una de las acciones más controvertidas de su Administración tiene que ver con los millones de indocumentados que viven en el país. Biden prometió que en los cien primeros días de su gobierno enviaría al Congreso de la Unión un plan de reforma migratoria con un camino a la ciudadanía para más de 11 millones de indocumentados. También se mostró favorable a permitir que quienes entraron ilegalmente con sus padres cuando eran niños (alrededor de 700,000 jóvenes conocidos como ‘dreamers’) puedan quedarse legalmente en el país y obtener la nacionalidad estadounidense.