Texas reanudó parcialmente las actividades económicas desde el primero de mayo con la apertura de restaurantes, salas de cines, centros comerciales y bibliotecas atendiendo al 25% de su capacidad; el ocho de mayo fueron autorizadas a reabrir albercas públicas, barberías, salones de belleza y spas; y el próximo dieciocho será el turno de los gimnasios.

A pesar del entusiasmo del gobierno estatal por retornar a la normalidad, gran parte de la población texana no considera visitar restaurantes o centros comerciales por el momento. Eso ha quedado demostrado con la escasa asistencia a los establecimientos de reunión social antes descritos, que no alcanzan a funcionar con la cuota porcentual permitida por las autoridades. En el caso de los restaurantes, por ejemplo, los consumidores prefieren pedir sus platillos preferidos ‘para llevar’.

En los centros comerciales Barton Creek Square, Lakeline Mall, Round Rock Premium Outlets, San Marcos Premium Outlets y The Domain, autorizados a reabrir sus puertas desde el pasado primero de mayo, se percibe mejor el impacto de la desconfianza de los consumidores: no son más el epicentro del usual trasiego de personas.

A través de un comunicado de prensa, John Rulli, presidente de Simon Property Group, aseguró que la seguridad de los empleados y de los consumidores es lo más importante para ese emporio, y que en colaboración con un equipo de expertos líderes en los campos de Epidemiología y Salud y Seguridad Ambiental (EHS), están tomando todas las medidas para mantener los estándares de seguridad en sus propiedades. “La salud, la seguridad y el bienestar de aquellos a quienes servimos siempre será nuestra máxima prioridad. Hemos desarrollado un conjunto exhaustivo y detallado de protocolos que destacan las medidas excepcionales que hemos implementado para proteger a los compradores, minoristas y empleados a medida que reabrimos nuestras operaciones”, dice parte del comunicado.

Todos aquellos que deseen visitar los centros comerciales de la ciudad capital deben tener en cuenta lo siguiente: se realizará un continuo saneamiento de las áreas comunes: restaurantes, baños, escaleras mecánicas, escaleras comunes, contenedores de basura y manijas de las puertas. Además, todos los recintos contarán con disponibilidad de mascarillas protectoras, toallitas desinfectantes y pruebas de temperatura en las entradas y en las oficinas de todos los establecimientos. Para que el cliente se sienta seguro, los centros comerciales de Simon PG contarán con estaciones para desinfectarse las manos.

Como parte las estrictas medidas de seguridad sanitaria, todos los empleados serán sometidos a exámenes preventivos para garantizar que no lleguen al trabajo con síntomas de COVID-19 o similares a la gripe. También se promoverá el distanciamiento social dentro de los centros comerciales; se limitará el número de personas en los baños y en las áreas de descanso; el área de juegos permanecerá cerrada y se coordinará el flujo de tráfico de las personas con señalamientos y marcadores de distancia.

“Nuestras propiedades son parte integral de nuestras comunidades, no solo en términos comerciales, también en la creación de empleo, crecimiento de pequeñas empresas y apoyo social. Esperamos una vez más atender las necesidades de nuestras comunidades y hacerlo de manera segura y responsable”, concluye el comunicado firmado por John Rulli, directivo de los centros comerciales más importantes del Centro de Texas.

EL DATO

El Gobernador Greg Abbott admitió que el número de casos positivos aumentará en todo el Estado conforme se reanuden las actividades económicas, pero confía en que los hospitales están preparados para responder a un repunte de la crisis.

DEBE SABERLO

Según el Departamento de Trabajo, la tasa de desempleo en el país es de 14.7%. Un total de 20.5 millones de personas perdieron su empleo en abril como consecuencia de la pandemia de COVID-19, el peor registro desde la Gran Depresión (1929-1933).