EN TODOS LOS SALONES ESCOLARES: Circulación del aire debe estar garantizada


Agencias / Cortesía | 8/13/2020, midnight
EN TODOS LOS SALONES ESCOLARES: Circulación del aire debe estar garantizada
PREOCUPACIÓN. A medida que se acerca el inicio del nuevo ciclo escolar en plena pandemia del COVID-19, los profesores se declaran renuentes a regresar a las aulas si no se dan las garantías sanitarías para evitar potenciales contagios del coronavirus. |

Las escuelas texanas (y en todo el país) enfrentan una disyuntiva que compromete la posibilidad de que maestros y estudiantes regresen a las clases presenciales: la ventilación de los salones, necesaria para evitar que el coronavirus provoque contagios en espacios cerrados.

Casi todas las escuelas públicas cuentan con sistemas de aire acondicionado y calefacción antiguos, que no funcionan o funcionan mal por falta de mantenimiento, o que no han sido reemplazados por falta de fondos. La inquietud en torno a la infraestructura de las escuelas está dando impulso a campañas para ofrecer clases al aire libre, incluso en regiones en las que hace mucho frío, por el bien de los estudiantes y de los maestros.

No hay pruebas de que el coronavirus pueda ser transmitido por el sistema de ventilación de un salón a otro, sin embargo, el peligro está en que los sistemas que no funcionan bien no eliminan los virus que flotan en el aire tras ser liberados por las personas que tosen, estornudan o respiran fuerte.

La mayoría de las escuelas públicas en Texas no están pensadas para contener infecciones. Por eso existe el riesgo de que, entre todos los estudiantes del salón, uno sea portador asintomático, provocando el contagio de toda la clase. Los niños saludables casi siempre se recuperan del COVID-19, pero pueden pasárselo a sus maestros, sus padres y a otros adultos.

Los especialistas consideran que las escuelas deberían instalar luces ultravioletas en las aulas, una tecnología que algunos usaron en la década de los cincuentas para combatir el sarampión, la tuberculosis y otras enfermedades que se trasmiten por el aire y que todavía es usada en hospitales y albergues para indigentes. Los virus y las bacterias son destruidos usando luces ultravioletas que no causan daños a los humanos. Los fabricantes dicen que esos aparatos costarían alrededor de 3,000 dólares por salón.

Betsy DeVos, secretaria del Departamento de Educación, concuerda con miles de padres de familia que dicen que la solución a los problemas de circulación del aire sería dar clases al aire libre, como se hizo durante los brotes de influenza y tuberculosis de principios del 1900, incluso cuando hacía frío.

El coronavirus no se esparce con tanta facilidad al aire libre y sería más fácil hacer que haya seis pies de distancia entre los alumnos. Las clases al aire libre tienen otros posibles beneficios: los chicos se distraen menos y se sienten mejor en el plano emocional.

Las escuelas texanas que ofrezcan clases presenciales en el otoño boreal requerirán el uso de mascarillas, pero los especialistas dicen que eso no basta durante las seis horas que duran las clases dentro de la escuela. Es necesario hacer que el aire circule. El tema es el frío, que aquí en Texas llega a niveles de congelación.

EL DATO

A nivel nacional, se calcula que un 41% de los distritos escolares necesitan mejorar o reemplazar sus sistemas de calefacción, ventilación y acondicionadores de aire en al menos la mitad de sus escuelas.