El diagnóstico de cáncer de seno es uno de los más comunes entre las mujeres que viven en este país. Según datos de la Breast Cancer Resource Center, una de cada ocho mujeres (casi un 12%) desarrolla cáncer de seno en el transcurso de su vida. Tras recibir el diagnóstico, muchas mujeres se sienten desorientadas y abrumadas sin saber a dónde recurrir, por lo que pierden la esperanza de ganarle la batalla a esta enfermedad.

El Breast Cancer Resource Center (BCRC) es una organización sin fines de lucro que ofrece guía, educación y asistencia gratuita a las mujeres diagnosticadas con cáncer de seno. La BCRC tiene veinticuatro años ofreciendo sus servicios a las mujeres de los condados Williamson, Travis, Hays, Caldwell y Burnet. La ayuda es individual y la atención puede ser en persona, por teléfono o por correo electrónico.

“La mayoría de las llamadas que recibimos son de doctores que nos refieren a sus pacientes, pero las mujeres que fueron diagnosticadas en cualquier otro lugar pueden llamarnos directamente. En la primera llamada averiguamos sus necesidades inmediatas. La mayoría tiene miedo y muchas no entienden el proceso que les espera, así que nos aseguramos de que reciban información, apoyo, recursos y lo que sea necesario para enfrentar la enfermedad”, comenta para El Mundo Newspaper, Jessica Caffarena-Jones, navegadora de pacientes del Breast Cancer Resounce Center.

Todas las navegadoras de pacientes de la BCRC son sobrevivientes de cáncer de seno. Caffarena-Jones asegura que por eso entienden a las mujeres que llegan a pedir ayuda: “Fui diagnosticada con cáncer de seno en septiembre del 2004, cuando trabajaba en el área de cuidados de bebes de un hospital de esta ciudad. Busqué apoyo en el BCRC y después quise ser voluntaria en la organización, pero por mis cualificaciones ahora soy parte del equipo de navegadoras de pacientes”.

El año pasado (2018), el BCRC ofreció orientación individual, información y asistencia a 1,748 mujeres y a sus familias. La organización también ofrece grupos de apoyo y educación a través de pláticas. El segundo jueves de cada mes expertos imparten talleres sobre nutrición, ejercicios, meditación, todo lo relacionado con el cuidado de la salud, responden preguntas y despejan dudas sobre la enfermedad y los diferentes medicamentos y opciones para combatirla.

“Las navegadoras de pacientes no somos doctores, pero tenemos mucho conocimiento y experiencia sobre el cáncer de seno y estamos capacitadas para brindar orientación práctica, información, opciones y esperanza durante la lucha contra la enfermedad”, asegura Jessica Caffarena-Jones.

Una de las mayores necesidades que observa Caffarena-Jones en las mujeres hispanas es la falta de educación sobre la enfermedad, lo que las aleja del tratamiento adecuado y de los cuidados que necesitarán durante el proceso de sanación.

“La primera manera de ayudar a las mujeres es con educación: les explicamos en su idioma (español) y les damos esperanza de vida. Después, dependiendo de cada caso, ayudamos a las mujeres tanto como ellas lo necesiten, lo pidan y lo acepten. Hay mujeres que no tienen dinero para el transporte, entonces nosotros les ayudamos a conseguirlo, o a buscarles un seguro médico o buscamos un lugar en el que puedan recibir tratamiento a bajo costo. Muchas no hablan inglés y necesitan un intérprete durante las citas médicas y en ocasiones necesitan alguien que las acompañe al médico para que sirva como apoyo moral o para hacer las preguntas que ellas no pueden hacer”, concluye Caffarena-Jones.