Cuando afloran los síntomas de alguna enfermedad física, la mayoría visite al médico para ser diagnosticados y tratados con las medicinas adecuadas. Sin embargo, cuando algo entorpece nuestros pensamientos, nuestro estado de ánimo y comportamiento, casi no buscamos el apoyo necesario de un psicólogo o de un psiquiatra.

Las enfermedades y trastornos mentales siguen impactando fuertemente nuestra comunidad. Muchas veces, por vergüenza, miedo o estigma, estos trastornos no son atendidos a tiempo por lo que la persona puede atentar contra su vida. De acuerdo con la National Institute of Mental Health (NIH), uno de cada cinco estadounidenses vive con una enfermedad mental; y según el Centers for Disease Control and Prevention (CDC) el suicidio es la décima causa de muerte en el país. La combinación es letal.

Septiembre es el mes de la concientización sobre la prevención del suicidio y cada año, diversas organizaciones de salud del Centro de Texas se unen para concientizar sobre la epidemia de suicidios y para educar a la comunidad sobre cómo prevenir este flagelo.

“Notamos que hay mucha evasión al momento de hablar sobre la salud mental. Nuestro objetivo es que aquellos que padecen de trastornos mentales no estén solos; aquí les decimos, a ellos o a sus familias, que hay recursos y herramientas disponibles al alcance de todos para evitar que se hagan daño”, comenta para EL MUNDO NEWSPAPER, Wendy Amozurrutia-Salazar, gerente de práctica y consejería de Integral Care, organización que tiene cincuenta y dos años ofreciendo atención psiquiátrica y psicológica para adultos y niños del Condado Travis que padecen de enfermedades mentales, trastornos por consumo de sustancias y discapacidades intelectuales y de desarrollo.

“Brindamos muchos servicios de apoyo a la comunidad y entre los principales destaca nuestra línea telefónica que atiende las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana; también tenemos servicios de emergencia psiquiátrica en el que la persona puede presentarse sin previa cita. Ofrecemos servicios en diferentes idiomas y el apoyo es inmediato”, asegura Amozurrutia-Salazar y agrega: “Cualquier persona que nos pide ayuda la recibe sin importar si cuenta con cobertura médica o cuál sea su estatus migratorio. Contamos con personal encargado de buscar apoyo financiero para las personas que lo necesiten”.

– ¿Cuáles son los indicios que se deben tomar en cuenta cuando se trata del suicidio?

– Existen varias señales de alerta que los padres pueden observar en la conducta de los jóvenes que están considerando el suicidio. Las principales son: tristeza, pérdida de interés por las actividades que anteriormente les causaba placer, cambios notorios en el peso, trastorno del sueño, aislamiento, incremento del consumo de drogas y alcohol y hasta regalar sus objetos valiosos. El suicidio se puede prevenir. Si una persona tiene pensamientos suicidas es porque sufre de depresión desde hace bastante tiempo, pero si esas ideas negativas son detectadas a tiempo se puede comenzar un tratamiento adecuado.

Durante el 2018, Integral Care sirvió a un total de 27,842 personas, de las cuales el 29% (8,098) fueron hispanos. La mayoría de los pacientes atendidos fueron mujeres de entre 18 y 34 años. “Llevo diez años en la organización y los diagnósticos más comunes que me toca atender en la clínicas son depresión, ansiedad y estrés postraumático. Tengo pacientes de todas las edades, desde pequeños de cinco años hasta personas en edad avanzada”, señala Amozurrutia-Salazar.