Cuando se diagnostica la discapacidad de un hijo, la vida de los padres y de la familia entera cambia totalmente. Afrontar las diferentes emociones que provoca la diagnosis, a la vez que inicia la búsqueda de recursos necesarios para afrontarla y lograr el bienestar de ese hijo, puede ser un proceso difícil.

VELA es una organización sin fines de lucro que brinda capacitación y las herramientas necesarias a los padres y familiares de niños con capacidades diferentes, enseñándoles a navegar entre los sistemas de educación especial, médicos y terapeutas.

“El proceso para que un menor con una discapacidad reciba atención no es fácil. Son muchos proveedores médicos, terapeutas, papeleo que completar y por eso el proceso puede ser confuso y tedioso. Nosotros nos enfocamos en capacitar a los padres, ya sea a la mamá o al papá, al abuelo o la persona que sea el representante principal del niño, para que conozcan muy bien la discapacidad de su hijo y puedan abogar por ellos cuando necesiten solicitar terapias, hacer que respeten sus derechos y asegurarse que sean incluidos en la comunidad”, comenta para El Mundo Newspaper, María Hernández, directora ejecutiva de la organización VELA.

La capacitación, altamente interactiva, está a cargo de padres de niños con habilidades diferentes que antes fueron capacitados por VELA, de esta manera se imparten mejor y con más precisión los conocimientos y todo lo relacionado a los recursos disponibles y a cualquier apoyo que pueda ser útil a las necesidades de sus hijos.

“Nosotros impartimos diferentes cursos y talleres en español e inglés. Enseñamos a las familias cómo apoyar a sus hijos y les damos las herramientas necesarias para que entiendan con que lidian y aprendan a preguntarle a los doctores y a los terapeutas. Tenemos una clase en la que los padres aprenden todo sobre los recursos disponibles para sus hijos autistas. Otro de nuestros principales talleres está diseñado para cuidar el bienestar y la salud emocional de los padres, ya que muchas veces éstos se olvidan de cuidarse. También contamos con un grupo de apoyo en el que los padres de familia conocen a otros padres que atraviesan por las mismas adversidades. Les ofrecemos apoyo individualizado a través de nuestras trabajadoras sociales, las cuales despejan cualquier duda, sugieren terapias y señalan los recursos que sean necesarios en cada caso”, explica Hernández.

Solo en Austin se registran más de diez mil niños en educación especial, pero VELA solo tiene capacidad para ayudar a mil familias, por lo que existe una gran disparidad y barreras de acceso en nuestra comunidad.

“Existe una necesidad muy grande de mejorar el sistema de educación especial en Texas ya que por muchos años hubo niños que recibieron el apoyo de las escuelas que debían hacerlo”, asegura Hernández y añade: “Nuestro objetivo es seguir creciendo y ampliar nuestros servicios, además de impartir nuestros talleres en las escuelas para que más familias sean capacitadas en nuestra comunidad”.

Como parte de su crecimiento, desde hace cuatro años VELA cuenta con un local más grande que le permite impartir sus talleres con mejores resultados. “Anteriormente utilizamos espacios públicos, centros recreativos y salones prestados. Actualmente tenemos nuestro propio espacio, muy amplio y con área para servicio de guardería. Esto nos ha permitido reflejar una necesaria estabilidad con nuestros usuarios, ya que no tenemos la necesidad de mudar constantemente”, señala Hernández.