Presidente podría caer por tratar de salvar PEMEX


Agencias / Cortesía | 3/28/2019, midnight
Presidente podría caer por tratar de salvar PEMEX
PREOCUPACIÓN. Pemex podría amenazar la reputación de finanzas sólidas que México ha ganado con tanto esfuerzo, y transferir mayores costos de endeudamiento a sus negocios globales como la cementera Cemex SAP. |

Petróleos Mexicanos (PEMEX) es un tema personal para Andrés López, quien creció en el corazón petrolero de México cuando la empresa estatal era una fuente de orgullo nacional. Ahora que es presidente, una de sus prioridades es sacar a PEMEX de la crisis en la que lleva ya dos décadas. Para los inversionistas la preocupación es que pueda ocurrir lo contrario: que la compañía arrastre a López hasta el fondo y se lleve a la economía con él.

El presidente necesita reducir esta deuda y a la par aumentar la inversión y la producción. La solución más viable sería reducir los impuestos de la compañía que ha sido la ‘gallina de los huevos de oro’ para el Estado durante décadas. La preocupación del mercado es que López no logrará restaurar la rentabilidad de PEMEX (ha estado en rojo desde el 2012) pero sí abrirá un agujero negro en el presupuesto del Gobierno Central.

Peña Nieto intentó darle un giro positivo a la crisis al abrir la puerta a la inversión privada y extranjera. El plan no logró detener una caída de 14 años en la producción, que alcanzó un mínimo histórico de 1.62 millones de barriles por día en enero pasado. López Obrador desde entonces ha detenido el proyecto.

El impacto económico directo de lo que ocurra en PEMEX podría ser limitado. El año pasado, el petróleo y el gas aportaron apenas 3.4% del PBI, menos de la mitad del nivel de hace 25 años, lo que refleja el declive de la empresa, al igual que el crecimiento de otras industrias como la automotriz.

Aún así, PEMEX es el segundo mayor empleador del país después de Wal-Mart, con cerca de 130,000 empleados. Y es un gran contribuyente al presupuesto: contribuye con una quinta parte de la recaudación. En las últimas dos décadas, 95% de las ganancias de PEMEX se destinaban al Gobierno, una proporción mayor incluso que la Petrolera Estatal de Venezuela (PDVSA), según Capital Economics.

Para ‘salvar’ a PEMEX, el presidente López Obrador está a favor de aumentar la inversión en la producción en tierra y en aguas poco profundas, que genera rendimientos más rápidos pero menores que la exploración en aguas profundas y no convencionales favorecida por su predecesor.

También se ha embarcado en una cruzada contra el robo de combustible, que le cuesta a la petrolera estatal cerca de 3,500 millones de dólares al año. El presidente planea construir una nueva refinería que casi todos los analistas ven como un costoso ‘elefante blanco’.

EL DATO

La petrolera estatal tiene una deuda que bordea los 108,000 millones de dólares.