El gran problema nacional de salud


Tania Del Ángel Pich | 7/4/2019, midnight
El gran problema nacional de salud
DRAMÁTICO. El suicidio es una reacción trágica a situaciones de vida estresantes; más trágico aún es que el suicidio puede prevenirse. |

Durante la adolescencia y la juventud los seres humanos experimentamos una serie de cambios físicos, mentales y de personalidad; por ello, aquellas son consideradas las etapas más difíciles del crecimiento de una persona. Para muchos jóvenes, las adversidades vividas durante estos cambios pueden generan trastornos insuperables y pensamientos negativos que desencadenan atentados contra su vida.

El suicidio es una de las principales causas de muerte en este país. Cada semana, aproximadamente 130 jóvenes mueren como consecuencia del suicidio, un problema nacional de salud que puede prevenirse.

La Jason Foundation Inc. (JFI) es una organización de nivel nacional sin fines de lucro cuyo objetivo es terminar con las altas cifras del suicidio a través de programas educativos y de concientización a la comunidad.

La JFI nació después de que Jason, hijo de Clark Flatt, presidente de la organización, se suicidara. El trágico episodio sucedió hace más de 20 años. “Trabajamos para prevenir la epidemia silenciosa del suicidio juvenil; educamos y hacemos labor de concientización entre los jóvenes, los maestros, trabajadores juveniles y padres de familia, con herramientas y recursos que les ayudan a identificar a quienes estén en riesgo de quitarse la vida”, comenta para El Mundo Newspaper, Evelyn Hill, directora de la división mayor de la Jason Foundation.

La JFI ofrece cursos y módulos de capacitación gratuitos en su página Web (jasonfoundation.com) para informar y educar sobre los peligros reales entre los jóvenes con crisis emocionales. “El objetivo de nuestro programa es proporcionarle materiales educativos que ayuden a reconocer las señales de preocupación que puedan demostrar que un joven, posiblemente, esté luchando con problemas que no se abordan o no se tratan, lo que podría derivar en pensamientos suicidas”, señala Hill.

Factores de riesgo

Más adolescentes y adultos jóvenes mueren por suicidio que por la combinación de enfermedades como el cáncer, padecimientos cardiacos, SIDA, defectos de nacimiento, derrame cerebral, neumonía, influenza y enfermedades pulmonares crónicas.

La depresión es una de las principales causas de quienes deciden suicidarse. Además, los trastornos mentales o adictivos se asocian con el 90% de los casos de suicidio. Uno de cada diez jóvenes sufre de enfermedades mentales lo suficientemente graves como para verse afectados, pero menos del 20% recibe tratamiento.

Cuatro de cada cinco adolescentes que intentan suicidarse han dado señales claras de advertencia a través de sus palabras o de su comportamientos. En Texas, el suicidio es la segunda causa de muerte entre niños y jóvenes de 10 a 24 años.

“El suicidio no suele tener un inicio repentino. Hay una serie de factores estresantes que pueden contribuir a la ansiedad e infelicidad de un joven, lo que aumenta la posibilidad de un intento de suicidio: depresión, enfermedades mentales y abuso de sustancias; violencia y conflictos en el hogar, en la escuela o con los amigos”, explica Hill y agrega: “Nunca ignore la amenaza del suicidio, observe si su hijo tiene cambios abruptos en el comportamiento, especialmente en el ánimo y humor, si tiene episodios de llanto y variaciones notorias en el rendimiento escolar”.

DEBE SABERLO

El número de la Línea Nacional de Prevención del Suicidio es el 1-800-273-TALK (8255), es gratuita, tiene atención bilingüe y está disponible las 24 horas. Su llamada será dirigida al centro de crisis más cercano a usted.

EL DATO

Para más detalles de la labor de la Jason Foundation Inc. en jasonfoundation.com

ó en el (615) 264-2323.