La Administración Trump afronta desde el pasado 22 de diciembre el cierre del 25% del Gobierno Federal, situación que afecta a unos 800,000 empleados que han dejado de percibir su salario y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.

De prolongarse, esta paralización podría tener consecuencias imprevistas, como afectar las estadísticas de la economía nacional en un momento en que los mercados son extremadamente sensibles a cualquier incertidumbre.

A falta de un acuerdo sobre la financiación para la construcción de un muro en la frontera con México, miles de funcionarios públicos se han visto obligados a abandonar sus oficinas por falta de fondos, lo que impide la divulgación de algunos datos económicos claves.

Si el bloqueo continúa podría afectar también a los datos de gastos de la construcción, el de los pedidos industriales y, sobre todo, al de la balanza comercial, asuntos especialmente sensibles para los mercados debido a la guerra comercial emprendida por Donald Trump.