La Patrulla Fronteriza vigila constantemente el cruce fronterizo de Nogales (Arizona) y el desierto que la rodea, ya que por mucho tiempo esta zona fue una de las más transitadas por los inmigrantes indocumentados. Esa vigilancia es más efectiva ahí que en otras áreas de la línea fronteriza gracias al uso de la tecnología.

Es esa eficacia de resultados la que hizo que especialistas en el tema migratorio pongan a este cruce fronterizo como ejemplo de lo que deben hacer las autoridades federales y estatales para maximizar sus esfuerzos: usar la tecnología al máximo para mejorar sus capacidades de vigilancia.

Muchísimo más barato que construir un muro fronterizo es instalar torres fijas integradas (IFT), unas estructuras de más de 180 pies de alto equipadas con sensores en la parte superior, que sirven para detectar, identificar y localizar a las personas que tratan de cruzar territorio estadounidense de manera ilegal. A las IFT se les puede colocar cámaras de mayor alcance, con mejor escaneo de imágenes y con radares que les proporcionan vistas a gran altitud de forma ininterrumpida, todos los días de la semana.

Con los resultados del cruce fronterizo de Nogales la Patrulla Fronteriza ha demostrado que no es necesaria una muralla de concreto para detener a los inmigrantes indocumentados, y que la tarea es mucho menos costosa si se utilizan los medios adecuados para cumplir los objetivos.