La cultura de la donación de órganos es algo que está expandiéndose cada vez más en todo el mundo debido a que las personas están tomando conciencia de la cantidad de vida que se pueden salvar con esa acción. Sin embargo, según un estudio de la American Medical Association (AMA), en este país se desechan al año alrededor de 3,500 riñones donados. La cifra es alarmante, tomando en cuenta que en este país viven alrededor de 93,000 pacientes en lista de espera por un riñón que les salve la vida.

Esta situación, que se ha convertido en una verdadera emergencia de salud, fue abordada por el presidente Trump en julio pasado, cuando firmó un decreto que tiene el objetivo de transformar la atención renal y solucionar la falta de órganos para los pacientes. Los efectos de esa decisión no se notan aún.

El estudio de la AMA registra que entre 2004 y 2014 se donaron 156,089 riñones, de los cuales 128,102 fueron trasplantados y 27,987 fueron descartados, lo cual representa que más del 17% de los riñones donados en este país fueron desechados. Desde entonces, la situación no ha mejorado. En 2016, se descartaron alrededor de 3,631 riñones (el 20% de los órganos donados).

Según el estudio, el descarte de órganos se debe a que los médicos son reacios a hacer los trasplantes si el riñón no está en perfectas condiciones, ya que pueden perder sus credenciales y licencias si sus resultados de muerte por año (y la falla del injerto) exceden los resultados pronosticados, como consecuencia del intenso escrutinio regulatorio de los programas de trasplante.

EL DATO

Más de 37 millones de estadounidenses padecen alguna enfermedad renal crónica y aproximadamente 5,000 mueren cada año.

DEBE SABERLO

En este país hay 93,000 pacientes en lista de espera de un riñón.