La renuncia de la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, a quien reemplazará Kevin McAleenan interinamente, abre una serie de incógnitas sobre los planes del presidente Trump para resolver la ‘crisis humanitaria’ que insiste hay en la frontera con México.

La partida de Nielsen cierra un agrio capítulo del Department of Homeland Security (DHS) por cuenta de la política de separación de hijos menores de edad de familias de inmigrantes indocumentados que la convirtió en blanco de críticas nacionales e internacionales, y que ahora, para la Administración Trump, es la exfuncionaria que no logró contener el flujo migratorio irregular.

Y aunque la salida de Nielsen era una posibilidad que se esperaba desde hace meses ante las frecuentes críticas del mandatario, la llegada temporal de McAleenan, un veterano de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), ha puesto en marcha las especulaciones sobre quién sucederá a Nielsen, oficialmente, en el puesto. Se espera que la nueva cabeza del DHS sea más duro que su antecesor.

EL DATO

Kirstjen Nielsen fue la encargada de poner en marcha una agresiva política migratoria que incluye la separación de familias, un veto migratorio contra países de mayoría musulmana y regulaciones para limitar el asilo humanitario.