Nada pone de relieve con más claridad la preocupación entre las empresas mexicanas ante la posibilidad de una victoria de López Obrador y cuán altos creen los ejecutivos que son los riesgos: La cadena de supermercados Grupo Comercial Chedraui; el gigante minero Grupo México SAP; el operador de cine Cinépolis de México SA; la aerolínea Grupo Aeroméxico SAB, todos, han comenzado a alentar a sus empleados de una forma u otra a pensar cuidadosamente acerca de por quién votarán el 1 de julio.

Las peticiones de los empresarios no son ilegales. Sin embargo, los especialistas consideran este pedido como algo impropio e invasivo, y muy cercano a la coerción real.

El gran detalle es que nada asegura que el llamado empresarial será eficaz; por el contrario, la táctica podría ser contraproducente.