La Administración Trump es ya el peor enemigo de los inmigrantes indocumentados en este país, pero recientemente han implementado medidas más fuertes y despiadadas que nunca. Las autoridades federales ejercerán todo el peso de la ley y harán que los padres se separen de sus hijos como medida que sirva para desalentar la migración hacia territorio estadounidense. Anteriormente, las familias que llegan a este país, generalmente eran procesadas por las Cortes de Inmigración, eran detenidas juntas o liberadas con avisos para comparecer en los siguientes procedimientos judiciales; sin embargo, Donald Trump dejó en claro que acabaría con esta práctica llamada ‘captura y liberación’. Y así lo ha hecho. Con los cambios implementados por la Administración Trump, algunos padres podrían ser enjuiciados por ingresar al país, ya que incurrirían en un delito federal. No más deportación inmediata a sus países, sin consecuencias.

La primera ofensa es un delito menor, con una estancia de 6 meses como máximo, pero si la persona es atrapada por segunda vez la pena será mayor y el infractor se arriesga a recibir una condena de hasta 20 años, dependiendo de sus antecedentes penales. Cuando el caso se vuelve un asunto criminal, los hijos serán separados de sus padres.