La tecnología ocupa un lugar importante en los hogares estadounidenses. Actualmente, es imposible pasar un día sin el apoyo de un ‘smartphone’, de una tablet o de una laptop, instrumentos que nos brindan diversos beneficios, pero que, de usarlos mal, pueden afectar la salud de algún integrante de nuestra familia. Ese daño podría darse, por ejemplo, a través de la ludopatía digital, un trastorno que viene sumando nuevos pacientes en este país año tras año.

Si usted tiene un menor de edad en casa que pasa más de tres horas sumergido en los juegos online puede que esté frente a un ludópata digital, un mal que afecta a los niños desde los 4 años, aunque mayormente a los adolescentes y jóvenes entre 11 y 23 años.

Uno de los factores que hace a un niño sufrir de ludopatía es la ausencia de los padres, su falta de control y supervisión de los hijos. Si en casa los padres trabajan todo el día y son permisivos con el niño o la niña para que pase horas frente a una computadora, es muy probable que estén formando a un futuro adicto.

Los comportamientos de un adolescente o joven que sufra de ludopatía digital tienden a cambiar a medida que pasa el tiempo. Los juegos pueden alterar su percepción y trasladar el mundo digital al real convirtiéndolos en personas violentas.

Es importante que los padres y madres de familia tengan presente que la ludopatía digital, al igual que la ludopatía común, pueden hacer que la persona pierda todo: su familia, su dinero y hasta su dignidad. Es uno de los males más terribles de la era moderna.

EL DATO

Existen tres factores claves para que una persona se convierta en ludópata: La familia, el paciente y el entorno. Los mismos que serán estudiados durante el tratamiento para combatir este trastorno.