El Ejército de Estados Unidos ha impartido una orden que ha sorprendido a millones de residentes permanentes: En adelante, no reclutarán a ningún inmigrante con ‘green card’ en la Reserva del Ejército. Esta nueva disposición tiene el propósito de reforzar la seguridad en las filas castrenses sometiendo a los reclutas nacidos en el extranjero a mayores y más extremos controles de seguridad. La Reserva del Ejército es un programa que permite a civiles vincularse con el Ejército y recibir entrenamiento militar como cualquier soldado. En ocasiones los miembros de la Reserva del Ejército son enviados a cubrir programas de ayuda humanitaria o a zonas de no-conflicto en el exterior.

Los titulares de ‘green cards’ que deseen convertirse en soldados de tiempo completo siguen siendo elegibles para vincularse al Ejército en servicio activo. Sin embargo ya no pueden comenzar la capacitación y entrenamiento básico antes de que se complete la nueva y más extensa revisión de sus antecedentes legales y penales, un proceso que puede demorar un año o más.

Actualmente hay cientos de inmigrantes que están afectados por estas demoras. Muchos de ellos podrían terminar su permanencia legal en el país sin haber recibido la confirmación de reclutamiento por parte del Ejército, dejando su status migratorio a la deriva.

El Pentágono ha defendido este tipo de medidas diciendo que son necesarias para prevenir que terroristas y agentes extranjeros infiltren el Ejército. Se desconoce si este congelamiento será temporal (y cuánto durará) o si será definitivo.