La inmigración presente en el país no ha compensado el número de residentes que salen de Nueva York, Los Ángeles y Chicago, las tres principales áreas metropolitanas del territorio nacional.

Chicago (acosada por el crimen, los problemas económicos y presupuestarios y los altos impuestos) es el líder neto del éxodo entre cien áreas metropolitanas, según datos del año fiscal 2016 de la Oficina del Censo. Un promedio de 245 residentes locales dejaron Chicago cada día en comparación con la llegada de 71 extranjeros. El Censo no indaga el estatus legal de las personas.

En general, Illinois está experimentando una tendencia similar: el año pasado (2016), el número neto de establecimientos comerciales en el ‘estado de las praderas’ se redujo en 1,235 en comparación con 2015, el peor rendimiento entre todos los Estados de la Unión, según los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

En el área metropolitana de Nueva York, el centro financiero de Manhattan prospera mientras languidecen viejas ciudades industriales como Paterson, Nueva Jersey y Waterbury (Connecticut). Esa región registró una pérdida promedio diaria de 548 residentes locales frente a una ganancia de 394 extranjeros.

Y aunque Los Ángeles ganó más de 54,000 inmigrantes en el mismo periodo de tiempo, perdió más de 87,000 personas debido a la migración interna, el tercer peor éxodo en el país.

¿A dónde se van todas las personas que dejan Nueva York, Los Ángeles y Chicago? Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el destino que está absorbiendo este éxodo es la zona conocida como ‘el cinturón del sol’, que abarca desde partes de Carolina del Norte (en el Este) hasta California (en el Oeste). En esta franja los trabajos son generalmente abundantes, los impuestos más bajos y los inviernos menos extremos.

Debe Saberlo

Durante el 2016, Austin registró la llegada de 159 personas por día. Ese flujo de gente provocó que durante los últimos cinco años la población en la capital de Texas superó los dos millones de habitantes.