El Emma S. Barrientos Mexican American Culture Center invita a la comunidad de Austin a que asistan a su evento gratuito, familiar y abierto al público en general titulado ‘Plaza para Todos’, el próximo domingo 25 de junio. Esa será una tarde que promete evocar sentimientos y recuerdos de aquellos domingos típicos en la plaza de cualquier país latinoamericano.

“Durante mucho tiempo, la comunidad nos ha pedido que organicemos una tarde de plaza en el MACC. Mucha gente recuerda cuando solían ir a la plaza los domingos por la tarde en compañía de sus familias; a escuchar música; a jugar dominó con los amigos; a observar a los artistas de la calle realizar sus trucos de magia, malabares o a comprarse algún elote o nieve y pasar una tarde tranquila como en sus ciudades de origen”, comenta para El Mundo Newspaper Frederico Geib, coordinador de educación y arte en el MACC.

Durante el evento ‘Plaza para Todos’, la comunidad podrá encontrar una serie de actividades y aperitivos característicos de una tarde de plaza en los países latinoamericanos. “Tendremos juegos de mesas, como ajedrez, dominó, damas chinas; además, venta de paletas de hielo, algodones de azúcar, elotes, café, pan dulce, música en vivo de una banda de la comunidad”, explica Geib y agrega: “Además, ofreceremos una serie de actividades artísticas para niños y jóvenes, entre ellas la creación de un mural, manualidades, decoraciones de playeras y mucho más. También les recordamos a los asistentes que el MACC cuenta con estacionamiento gratuito para todos los asistentes”.

Aunque será el primer evento de esta índole en el MACC, se espera que asistan de doscientas a trescientas personas. “Es un evento para unir a la comunidad, muchas de las actividades que tendremos están siendo preparadas por personas de la comunidad. Esperamos poder repetir ‘Plaza para Todos’ varias veces al año porque creemos que la comunidad extraña esa conexión que tenemos con nuestra cultura latina de unirnos alrededor de una plaza y pasar una tarde tranquila en compañía de la familia”, concluye Frederico Geib.