Un cubano con corazón charro
Marlon Gomez | 6/1/2017, midnight
Cantante lanza al mercado su primer disco ‘No Bajaré la Cabeza’
Aunque nació en Cuba, por sus venas corre el amor por la música mexicana. Luis Alberto Fernández creció escuchando a su padre cantando los éxitos de grandes exponentes como Pedro Infante; años más tarde se ganó el sustento en Rusia interpretando esas mismas melodías y en el 2016 logró cautivar a la audiencia de Univision con la música ranchera en el concurso ‘Va Por Ti’.
Ahora, siguiendo el sueño por el cual ha luchado durante años y por el cual abandonó su isla natal, lanzó al mercado su primera producción discográfica titulada ‘No Bajaré la Cabeza’, con el que busca contar historias, transmitir emociones y lograr la ansiada fama internacional. Su pasión y persistencia son innegables: fue rechazado en la escuela de artes, le dijeron que no tenía talento y llegó a estas tierras en la cajuela de un coche. Nada lo ha detenido ni lo detendrá en su camino para alcanzar sus sueños.
-¿Cuándo supiste que querías ser cantante?
- Creo que tenía 8 años cuando me di cuenta. Mi padre siempre cantaba en fiestas en la casa para entretener a la familia y a los amigos. Él cantaba la música de Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, Antonio Aguilar y Miguel Aceves Mejía y a mi me gustaba mucho; desde entonces supe que quería entretener a otros y nació mi amor por este género.
-¿Cómo comenzó tu carrera?
- A los 12 años le pedí a mi padre que me enseñara a tocar la guitarra; él no había estudiado música, pero me enseñó las notas básicas. Intenté entrar a la escuela de arte pero me rechazaron tres veces diciendo que no tenía aptitudes para ser músico.
-¿Cómo superaste ese rechazo?
- Lo seguí intentando y logré ser aceptado en una brigada artística; junto a ellos hacíamos teatro y conciertos en diferentes poblados. A los 18 años obtuve el certificado de músico y empecé a trabajar en cabarets, pero no podía ganar dinero porque era menor de edad. Cuando cumplí la mayoría de edad logré viajar a Rusia y trabajé por unos meses en un bar llamado ‘Pancho Villa’ en Moscú; ahí cantaba música mexicana.
- Llegar a Estados Unidos no fue fácil para ti.
- Después de unos meses en Rusia regresé a Cuba. De nuevo en mi país obtuve una visa para viajar a Guatemala. Pasé la frontera de Guatemala a México en la cajuela de un auto y recorrí México hasta pasar la frontera de Estados Unidos de la misma forma. Fueron varios días en los que sólo salía por las noches, cuando parábamos en moteles, para poder dormir.
- ¿Qué te motivó a emprender esa travesía?
- Como persona, era necesario y obligatorio salir de Cuba para hacer realidad mi sueño y buscar un mejor futuro para mi y para mi familia. Fueron muchas las motivaciones para abandonar mi vida allá, aunque me dolía por mi familia y mis amigos, pero quería darle un mejor futuro a mi hijo y enseñarle que todo se puede cuando se quiere. Como artista, sabía que no había nada más que pudiera hacer profesionalmente en Cuba y yo quiero que mi música sea reconocida en el mundo.