La eyaculación precoz es más común en los hombres heterosexuales


Es una de las patologías sexuales más comunes, con un alto impacto emocional en el varón y en la pareja

REDACCION EL MUNDO | 1/26/2017, midnight
La eyaculación precoz es más común en los hombres heterosexuales

La eyaculación es la expulsión del semen por el pene del hombre. Este hecho no siempre suele ser placentero, sobre todo cuando la persona siente que no tiene el control del mismo, en ese caso hablamos de eyaculación precoz. Es decir, el varón no tiene un control voluntario del momento de su eyaculación y la situación se repite durante un mínimo de seis meses.

EL DATO

Según diversas investigaciones 8 de cada 10 hombres eyaculan al minuto (o dos) luego de haber penetrado dentro de la cavidad vaginal

Junto a la disfunción eréctil y la falta de deseo sexual, la eyaculación precoz es una de las patologías más frecuentes a nivel sexual que padecen los hombres. No hay una edad determinada en la cual se comience a dar con mayor frecuencia, puesto que se han visto casos de hombres de 18 años que reportaban tenerla, hasta hombres bordeando los 80 años que comenzaban a tenerla o siempre la tuvieron pero nunca quisieron aceptarlo.

El pensamiento obsesivo por ‘no eyacular rápido’ hace que el hombre no sea consciente de sus sensaciones. Los tipos de eyaculación precoz son:

– Primaria. El hombre la padece desde que inició su vida sexual activa y dependiendo del tiempo puede irse agravando.

– Secundaria. Cuando se tenía relaciones sexuales sin ningún problema (con buen control eyaculatorio y satisfacción plena) y luego por algún motivo físico o psicológico perdió el control; en ocasiones puede hasta desconocer la causa.

Algunos estudios sostienen que la eyaculación precoz primaria es innata y solo se comprueba con pruebas neurológicas; la secundaria ocurre por infecciones de trasmisión sexual, inflamación de la uretra o algunos problemas de tiroides.

– Situacional. Sucede solamente con determinadas personas, en algunos lugares o situaciones o en poses específicas, etcétera.

– Leve. Controla la eyaculación de alguna manera pero no en el tiempo deseado. Eso le permite algunos movimientos penetrativos, pero no le alcanza para sentirse pleno y satisfecho.

– Moderada. Maneja la eyaculación durante los juegos previos pero apenas penetra eyacula sin poder manejarlo.

– Grave. Hay un descontrol absoluto de la eyaculación al punto que lo hace antes de la penetración e incluso con estimulación mínima o sin siquiera estimular el pene.

Para mitigar este padecimiento, existe tratamiento sexológico, médico y psicológico. Lo ideal es involucrar a la pareja porque a veces ocurre que ésta se encarga de maltratar y culpar al varón con una serie de creencias absurdas y ridículas, cuando la realidad es otra.

Finalmente, es falso que la persona que suela masturbarse o ver mucha pornografía se vuelva un eyaculador precoz. La gran mayoría de los hombres heterosexuales han eyaculado precozmente alguna vez en su vida.