Eva Guzmán (*)

Corte Suprema de Justicia de Texas

Las agresiones sexuales no son solo un tema de justicia criminal. Una agresión sexual es una cuestión de salud pública y de derechos humanos que afecta a las víctimas, a sus seres queridos y a toda la sociedad.

Casi 1 de cada 3 adultos en Texas experimentará algún tipo de agresión sexual en su vida. En más del 70% de los casos de abuso sexual, el perpetrador es alguien dentro del círculo de confianza de la víctima (un familiar, amigo o compañero de trabajo). En todos los casos, la experiencia es traumática y altera la vida de la víctima.

Las lesiones físicas de agresión sexual pueden tener consecuencias emocionales, legales y económicas. Los sobrevivientes a menudo se sienten indefensos, asustados y avergonzados. Algunos hasta se culpan a sí mismos y se muestran renuentes a reportar o a demandar al asaltante. Mientras intentan sanar emocional y físicamente, los sobrevivientes también deben enfrentarse a problemas legales que se extienden mucho más allá del sistema de justicia criminal.

Algunos problemas legales comunes que resultan como consecuencia de una agresión sexual incluyen preocupaciones de seguridad y violencia familiar, acceso a los beneficios de seguros médicos o discapacidad, tiempo de descanso bajo la Family and Medical Leave Act (Ley de Permiso por Cuestiones Familiares y Médicas), procesos de inmigración, intereses de privacidad, efectos educativos, reclamos de Compensación de Víctimas del Crimen y problemas de hospedaje. Muchos sobrevivientes de agresiones sexuales no saben que solo tienen que hacer una llamada para obtener ayuda legal gratuita.