Erradiquemos la violencia doméstica


11/17/2016, midnight
Erradiquemos la violencia doméstica

Según las estadísticas del Texas Council On Family Violence, las mujeres entre 29 y 30 años representan más de la mitad del total de víctimas. La edad más joven de las víctimas es 16 años. Pero la realidad es que la edad en sí no es un impedimento para los agresores, y es que existen varios tipos de violencia doméstica que se puede infringir en la pareja, y cada una se ubica dentro de una escala de comportamiento con menos o más probabilidades de resultar en fatalidad. Es importante poder distinguir estos tipos de abuso ya que tener una evaluación clara del nivel de peligro podría ayudar a prevenir o incluso a predecir la violencia doméstica.

La violencia física es el contacto que lastima el exterior de la víctima, ya sea con golpes, con las manos u objetos, empujones y jalones que con el paso del tiempo aumentan en intensidad, dando como resultado lesiones externas como moretones, lastimaduras, o lesiones internas como huesos rotos u órganos dañados. De acuerdo al Texas Council On Family Violence, en Texas un 61% de mujeres fueron asesinadas con un arma de fuego; 15% apuñaladas; 12% golpeadas; 7% estranguladas y 5% fueron asesinadas por otros medios.

142 mujeres fueron asesinadas en su lugar de trabajo a nivel nacional entre el 2003 y 2008.

Por lo general, la violencia sexual comienza con comentarios degradantes, manoseos y contacto físico contra la voluntad de la víctima. Muchas veces, las víctimas llegan al punto de no poder distinguir la denigración y la humillación de las verdaderas muestras de afecto físico. Hasta que el agresor las obliga y presiona a sostener relaciones sexuales en las cuales la víctima resulta lastimada físicamente (violación) y en otras ocasiones, muerta (asesinato). Según la Coalición Nacional Contra la Violencia Doméstica (NACADV), aproximadamente el 47% de las mujeres han sido víctimas de abuso sexual por parte de un conocido.

La violencia verbal, psicológica y emocional comienza con palabras denigrantes e insultos que aumentan en intensidad con comentarios, gritos humillantes, culpando a la víctima y martirizándola con amenazas. En este tipo de abuso, el agresor concibe un entorno de temor y dominio. Evita actos directos como golpear, pero erosiona la autoestima de la víctima haciéndola perder su confianza. En casos extremos, el abusador logra que la víctima sienta que pierde el sentido de la razón con su comportamiento errático y contradictorio.

3% de mujeres en Texas fueron asesinadas en el trabajoen el 2015.

El abuso ambiental y social se caracteriza por las condiciones sociales en las que se desenvuelve el abusador. La forma en que la sociedad separa los roles del hombre y la mujer validan la violencia, que muchas veces es apenas calificada como ‘machismo’. El abusador tiende a utilizar tácticas para privar a la víctima de ciertas cosas como salir, tener amigos, utilizar las redes sociales, recibir ayuda médica o alimentos, limitaciones que restringen a la víctima a nivel social, aislándola y culpándola por los problemas del hogar.

Las otras víctimas

La violencia doméstica no sólo tiene efecto en los adultos. Se asume que sólo la víctima directa es la única que sufre las secuelas del abuso, pero la violencia doméstica tiene un impacto importante sobre los menores. Ya sea abuso verbal, emocional o físico, aunque ellos no sean las víctimas directas de estas agresiones, el impacto que sufren al presenciarlo les puede causar problemas a futuro, tanto en su infancia como en su adolescencia y en su vida adulta.