Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), confirmó que las autoridades preparan redadas para mayo y junio, pero insistió en que éstas reflejan las prioridades establecidas en noviembre del 2014. Las redadas en ciernes son una continuación de las operaciones que anunció Jeh Johnson, secretario del DHS, en enero y marzo de este año.

La nueva ola de redadas estará dirigida contra las personas que entraron ilegalmente al país después del 1 de enero de 2014, contra las personas que no obedecieron las órdenes de deportación de un juez de Inmigración; contra quienes no tienen apelaciones pendientes, y contra quienes no tienen casos de asilo u otro alivio humanitario pendiente. El DHS anunció también que evitarán la detención de personas en lugares sensibles como escuelas, hospitales, iglesias y templos, salvo que se presenten circunstancias de emergencia.

El plan del Departamento de Seguridad Nacional fue rechazado por grupos proinmigrantes de todo el país, líderes Demócratas del Congreso de la Unión y por los precandidatos presidenciales Demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders.