Más allá de la inacción del Congreso de la Unión en cuanto a una reforma migratoria y el reciente fallo de la Corte Suprema sobre las acciones ejecutivas presidenciales DACA y DAPA, también afecta la contratación de extranjeros la insuficiente cantidad de visas y a la excesiva burocracia, así como a las altas exigencias para el empleador, las multas a quienes incumplen las leyes y los costos prohibitivos.

La complejidad de las leyes inmigratorias y las nuevas multas para empleadores por contratar a indocumentados, que desde julio de este año (2016) llegan hasta 21,565 dólares por trabajador en el caso de infracciones múltiples, provocan que los empleadores actúen con extrema cautela o incluso no contraten a inmigrantes, incluso con presencia legal en el país.

Además de estos obstáculos, muchos empresarios consideran que el principal reto no es ni el número limitado de visas para trabajadores temporales ni el costo o el tiempo del proceso, sino el hecho de que esas visas no se adecuan a las necesidades de los empresarios debido a que se asume que los trabajadores temporales carecen de educación formal. A eso se agrega que para muchos empresarios es ridículo que cada año tengan que empezar los mismos trámites cuando lo único que piden es un sistema que reconozca los esfuerzos del empleador y las contribuciones de los trabajadores a favor de la comunidad local y del país. AGENCIAS