Proteja sus inversiones


Indocumentados pecan de ingenuos al comprar casas

Marlon Gomez | 2/25/2016, midnight
Proteja sus inversiones

“A mi primo le funcionó”, “mi vecino no tuvo ningún problema” o “todo el mundo lo hace”. Escoja usted la razón que sea, pero de seguro más de una vez se ha valido de estos pretextos para asumir riesgos, ya sea con una dieta o una decisión financiera radical.

Pero lo cierto es que lo que le funciona a una persona, no siempre le funcionará a otras. Cuando se trata de temas de dinero, usted podría estar arriesgándose a sufrir las consecuencias que un suertudo no sufrió. Pero los riesgos siguen estando presentes.

Para hacer el tema más sencillo, hablemos de las hipotecas. Comprar una casa es el quinto objetivo financiero de los hispanos que viven en Estados Unidos, aunque para muchos podría ser la meta primordial y la misión de vida.

Tenga Presente

Al comprar una casa, aunque se la compre a un conocido, busque la asesoría de un agente de bienes raíces de confianza. También puede consultar con un abogado.

Asegúrese de revisar el Tittle C con un agente de bienes raíces o un abogado, ya que este documento le dirá si la propiedad está sujeta a embargos.

En caso de que existan deudas, asegúrese que el documento de compra establezca que parte del dinero se usará para resolver esas deudas y que usted no deba asumirlas a futuro.

De hecho, las familias latinas valoran más las propiedades como un legado para dejar a sus hijos antes que el dinero o la educación.

Pero comprar una casa no es tarea fácil: debe mantener un buen historial de crédito o en caso de comprarla sin documentos, deberá reunir una gran cantidad en efectivo para dar el pago inicial o enganche, siendo generalmente el doble de lo que pagaría un residente legal.

El peligro de un ‘prestanombre’

“¿Por qué no usas mi crédito?”, le sugirió el primo a José. “Cómprala a nombre de tu hija”, le propuso la mejor amiga a Carolina. Diez años más tarde, el primo de José murió y fue su esposa e hijos quienes heredaron la propiedad. José se quedó en la calle. La hija de Carolina se casó bajo los efectos del amor prematuro que hizo fracasar su matrimonio y ella está peleando la casa con su marido, quien quiere apoderarse de la mitad de la propiedad.

Comprar una casa a nombre de un tercero es más común de lo que se cree, advierte el abogado Gabriel Gutiérrez, quien se opone a este procedimiento por los riesgos que esto supone. El experto en materia legal asegura que los peligros de tomar esta decisión van más allá de la confianza que se tiene en el tercero: puede ser un familiar cercano o amigo que quizás nunca te traicione, pero sus hijos o su conyugue podrían jugarte una mala pasada. Incluso, si es el verdadero dueño quien, por ejemplo, fallece, no tendría un patrimonio que dejar a sus herederos.

¿Hay una mejor opción?

Siempre será mejor que compre una propiedad a su nombre. Si tiene la capacidad monetaria para pagar la casa al contado (en efectivo), no tendrá problema alguno al comprarla. Pero pocas personas realmente tienen ese poder adquisitivo.