“Mejor me hubiera lanzado al desierto”
Guatemalteca en santuario cuenta cómo llegó buscando la ayuda que no ha logrado
Marlon Gomez | 2/25/2016, midnight
Sin amigos ni familia, la guatemalteca aceptó la hospitalidad de “Posada Esperanza”, un refugio de Casa Marianella.
El terror
En enero de este año, cuando Hilda supo que ICE había comenzado redadas para deportar a centroamericanos, la paz que pudo vivir por un par de meses se esfumó. “No podía ni dormir. Pensaba que cada coche que escuchaba venía por nosotros”.
Así fue como decidió buscar ayuda en la Saint Andrew’s Presbyterian Church, donde ahora vive en calidad de santuario. “Me vine porque tengo miedo, porque temo que nos regresen a mi país. No quiero ni imaginar que eso pueda pasar”.
¿Lo haría de nuevo?, le preguntamos. “Sí”, asegura sin dudar y dice que si la llegaran a deportar dejaría a su hijo aquí para no someterlo a los peligros de Guatemala, considerado el tercer país más peligroso del mundo. ¿Con quién o dónde? No sabe. Pero sí sabe que allá jamás podría darle la vida que merece.
“Lo amo y me dolería mucho dejarlo, pero yo quiero que el tenga lo que yo nunca tuve. Allá yo no puedo protegerlo”, dice con la mirada perdida. Ella intentaría reencontrarse con él, pero esta vez se arriesgaría a lanzarse a cruzar el desierto.
Hilda espera que las autoridades estudien su caso y le concedan el asilo para poder salir de la iglesia con su hijo, sin grillete y sin miedo. “Buscaría un trabajo, limpiando casas porque es lo que sé hacer. Estudiaría inglés y mi hijo iría a la escuela. Pero lo primero, sería agradecer a Dios por apiadarse de nosotros”.