Actualmente operan en Austin alrededor de 24 compañías que, juntas, poseen 500 ‘pedicabs’, los cuales tendrán que ser transformados a triciclos.

Una de las razones por la cual las compañías de ‘pedicab’ habían optado por el modelo de remolque es por su costo, ya que estos son mucho más baratos y fáciles de armar. Estos modelos llegan a costar entre $200 y $400. De otro lado, comprar, armar y equipar un triciclo cuesta alrededor de $5 mil, aunque este vehículo ofrece más seguridad a los pasajeros, debido a que un triciclo contaría con frenos en las tres ruedas, algo que no se tiene actualmente con las bicicletas y sus remolques.

La formalización de los ‘pedicabs’

Además de los gastos inherentes a la transición de remolque a triciclo, los conductores de pedicab tendrán que seguir un proceso para obtener su permiso de manejo en el DPS (requisito de la ciudad) a un costo de 40 dólares. Aparte de eso, tendrán que pagar la renta del pedicab, que asciende aproximadamente a $300 mensuales.

Todd Jackson, quien trabaja desde hace un año y ocho meses en Metrocycle Pedicabs, dice que esta actividad no es difícil, al contrario, es una manera fácil y rápida de hacer dinero. Respecto de las nuevas regulaciones, Jackson (igual que varios otros conductores) está de acuerdo con ellas ya que los ‘pedicabs’ se convertirían en un transporte más seguro. Lo que le preocupa es la competencia de otros transportes públicos:

“Entre nosotros, los ‘pedicabs’, no hay competencia, no nos ‘robamos’ los clientes. La competencia viene más por el lado de los taxis, además de Uber y Lyft”, dice.

¿Qué riesgos representa la cantidad de ‘pedicabs’ en la ciudad? ¿Pueden los ‘pedicabs’ causar más congestión en el tráfico de la ciudad? Esas son preguntas que el Concejo de la Ciudad de Austin tendrá que analizar. Esperamos novedades en junio.