“Trabajen duro porque Dios tiene preparado un mejor futuro para quienes lo hacen”. Ese fue el mensaje que el pequeño Uriel López Gutiérrez envió a todos los jóvenes hispanos la semana pasada cuando se convirtió en el primer niño nombrado ‘Cónsul por un día’, como parte de la celebración del Día del Niño entre el Consulado de México en Austin y el Distrito Escolar Independiente de Austin (AISD).

Uriel, de 12 años, fue seleccionado para tener esta oportunidad por sus logros académicos, por los retos que ha conquistado en el sistema escolar americano, pese a las dificultades económicas de su familia y la barrera del idioma.

“Es muy emocionante”, dijo el joven de origen mexicano mientras se sentaba en la sala de conferencias del consulado. Los nervios no lo abandonaron mientras se encargaba de entregar actas de nacimiento, matrículas consulares y pasaportes. López Gutiérrez conoció cada uno de los espacios de la sede diplomática, pero también tuvo una agenda apretada, asistiendo a reuniones y recibiendo reconocimientos en el Capitolio, el Departamento de Policía, en la Corte de Travis y la Alcaldía de Austin, sin olvidar los aplausos de sus compañeros de clases en la MappleWood Elementary School cuando la Cónsul Encargada, Mariana Posada, fue a recogerlo para empezar el día. “Estaban orgullosos de él”, cuenta Posada.

Es natural que todo el que lo conozca se sienta orgulloso de él: Uriel es el mayor de cuatro hermanos, quienes viven solamente con su madre. A él muchas veces le toca encargarse de los quehaceres del hogar y de cuidar a sus hermanas.

Pese a su corta edad, los retos que han vivido (como estar en un refugio por un par de meses) no lo han alejado de sus metas y destaca en cada una de las clases en la escuela.

Y cuando habla de trabajo duro él sabe de eso. Además de sus responsabilidades, en ocasiones acompaña a su mamá a la farmacia donde trabaja para ayudarla a limpiar y así las tareas sean menos pesadas para ella.