Hace poco más de 50 años un monseñor católico, Richard McCabe, percibió una realidad en la Capital de Texas: personas en desventaja o situación de pobreza recibían ayuda, pero se perdían en la complejidad de los servicios sociales o no encontraban una verdadera respuesta a sus necesidades.

Así, con voluntarios de la comunidad y de iglesias, comenzó el trabajo de conectar a las personas necesitadas con lugares, servicios e instituciones que los podían ayudar con sus necesidades básicas. Su presupuesto inicial fue de $30 mil.

Hoy, medio siglo más tarde, no sólo han crecido alcanzando un presupuesto de $12 millones, sino que tienen capacidad de atender hasta 20 mil personas anualmente.

Necesidades básicas

Quizás el corazón de Caritas of Austin es la ayuda a quien más lo necesita. Personas sin hogar, ya sea que lo han perdido recientemente o ya tienen tiempo en situación de calle, pueden llamar al (512) 472-4135 para ser evaluado y determinar los servicios comunitarios disponibles.

Cuando un caso es aceptado, un trabajador social lo ayuda a elaborar un plan de tres objetivos: vivienda, ingresos y cuidado.

Ya sea para un individuo o familia, la meta es que una persona, tras seis meses de asistencia, ya tenga un nuevo hogar, un trabajo y recursos como asistencia médica.

Ellos quizás no puedan ayudarlos con todas sus necesidades, pero Jo Kathryn Quinn, directora ejecutiva, asegura que tienen alianzas con decenas de organizaciones que pueden colaborar con el caso.

“Cada plan es único, se adapta a las necesidades individuales. Nuestro norte es tratar a las personas con dignidad y respeto, por eso no seguimos un patrón de ayuda, eso no sería digno para el beneficiario”, indica Quinn.

Una bodega de alimentos, preparación para empleos, programas de formación y

otros servicios complementarios también se proveen por Caritas of Austin.

Meta: autosuficiencia

Otro de los programas de Caritas of Austin es la asistencia a refugiados. La mayoría de los casos llegan por referencia de una agencia gubernamental, pero algunos refugiados que llegan de otros estados pueden llamar para pedir asistencia.

Aunque no se garantiza que tengan la capacidad de ayudar a quienes no llegan por referencia oficial, pueden recibir información de otras organizaciones que sí los podrán asistir.

Lo cierto es que cuando Caritas of Austin recibe a un refugiado se encarga de facilitar el proceso de culturización, familiarizándolos con leyes de este país, sistema de transporte, idioma, ayuda para encontrar empleo e incluso hasta con la forma de educar a los hijos.

“Cada año recibimos a unos 500 refugiados provenientes de 20 países. Nuestra meta es lograr que en seis meses ellos sean autosuficientes”, informa Adelita Winchester, directora de Servicios Integrados.

Es importante destacar que esta organización no ofrece asistencia a quienes visiten sus sede ubicada en el 611 Neches St., en Austin (TX 78701). Es necesario que cualquier persona que solicite su ayuda llame a la línea de asistencia.