El pasado 1 de diciembre inició el programa de tramitación para la condición de refugiado o entrada condicional para menores de Honduras, El Salvador y Guatemala, llamada CAM (Central American Minors), que tiene como objetivo que los padres que tienen algún estatus legal en Estados Unidos (ya sea TPS, DACA o residencia) puedan traer a este país a sus hijos menores de edad sin exponerlos a que viajen solos por tierra.

Hasta el 23 de febrero, las autoridades sólo han recibido 135 solicitudes de las 4,000 visas disponibles para este programa en este año. Y si éstas se acabaran y existiese la necesidad de más, es muy probable que el Gobierno Federal pueda otorgar otras 2,000 visas.

Sin embargo, los principales beneficiarios que son mayormente ciudadanos salvadoreños, hondureños y guatemaltecos en Estados Unidos no están solicitando este alivio migratorio como se esperaba. Quizá no lo hagan porque desconocen el beneficio de este programa, o porque se requiere que los padres acudan únicamente a oficinas autorizadas para trabajar con refugiados o simplemente porque ignoran que el trámite es gratuito.

El Departamento de Seguridad Interna determinará si el menor califica para emigrar como refugiado o si tendrá una entrada condicional. Bajo la categoría de refugiado, se deben presentar pruebas de que el menor está siendo perseguido o que su vida corre peligro. La documentación que podría incluir reportes de la policía local o de agencias locales, debe ser presentada durante una entrevista en el país de origen.

Para la categoría de entrada condicional, no se necesitan más pruebas que los requisitos de parentesco y comprobar el estado legal del progenitor en Estados Unidos. Para solicitar este beneficio migratorio, los interesados deben acudir a una de las oficinas de servicios para refugiados que trabajan directamente con el Departamento de Estado. No puede ser a través de cualquier abogado u organización comunitaria. AGENCIAS