Según el Pentágono, alrededor de 476 miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos se suicidaron el año pasado (una cifra que incluye a 188 soldados de la reserva y a 135 soldados en servicio activo, 15 de los cuales son de Fort Hood, una base militar texana que ha liderado la cantidad de suicidios en una década en las bases de todo el país). El suicidio de 476 efectivos militares constituye la tercera cifra más alta desde el 2003.

En el 2013, 479 soldados, marineros e infantes de Marines se quitaron la vida. El informe sobre suicidios del Departamento de Defensa en el 2013 indicó que alrededor de la mitad de las personas que se suicidaron habían sido enviadas a asignaciones bélicas, al igual que la mitad de quienes intentaron suicidarse.

Hace tres años la situación en las Fuerzas Armadas empeoró, cuando se produjo el mayor número de suicidios: 514. Ahora se ha mantenido por debajo de 500, después de un aumento constante al comienzo de la guerra en Irak. En la actualidad se ha reconocido un vínculo entre los despliegues en tiempo de guerra y los suicidios, algo que una vez fue disputado por el Ejército.

En la base de Fort Hood (Texas) al menos 9 de 15 personas que se quitaron la vida estuvieron de servicio en Irak y Afganistán. Otras dos muertes, que se sospecha fueron suicidios, siguen siendo investigadas. AGENCIAS