¡A usar las manos!


2/26/2015, midnight
¡A usar las manos!

Para nosotros, el placer sexual se concentra en el pene (aunque disfrutamos de otros estímulos), pero a ellas hay que dedicarles más trabajo si quieres que realmente se exciten y lleguen al orgasmo.

Si bien siempre has escuchado besa aquí y lame allá, un buen consejo es no olvidar las manos, ya que puedes usarlas para darle mayor placer.

Por ejemplo, a la mayoría le gusta sentir que sujetas su cara mientras besas sus labios. Cuando la sujetas y la traes hacia ti la estás haciendo sentir segura.

Mientras interactúes de más maneras, le das a entender que lo estás disfrutando y para ellas la estimulación psicológica es igual de importante. Tus manos pueden ser tu mejor arma, incluso más que tu miembro y aquí puedes encontrar un par de consejos. AGENCIAS

Caricias

Recorre su cuerpo con tus manos, esa sensación en cada una de sus curvas despierta sus sentidos. No es necesario que toques pezones y clítoris al principio, sino cuando ya notes que ha entrado en ambiente.

En los labios

Aunque te parezca un cliché, puedes usar tu pulgar para abrir sus labios mientras estas besando su pecho, cuello u otra zona. Este simple gesto la hace sentir más expuesta y entregada.

Cuchara mejor

Seguro ésta no es la primera vez que lo lees, pero estimular su clítoris con las manos te ayudará a hacerla llegar al climax. Un estudio australiano revela que el 71% de las mujeres ha llegado al orgasmo porque las manos de su pareja ha rozado su zona mientras él la penetra. La mejor posición para lograrlo es la conocida como cucharita.

Cariño y picardía

Sí, ya te lo dijimos, para ellas es importante la imaginación. Sedúcela con notas de cariño y deseo. Cuando se siente valorada, se conecta contigo. Nada la hará sentir mejor que un “te amo” en la mesa de noche o “anoche fue grandioso” en el espejo del baño.

Sin rulos

Juega con su cabello, pero no es necesario que le causes un nudo. Aunque no lo creas, en su cabeza también hay sensación, así que cuando sea ella quien te bese o esté concentrada en ti, puedes dedicar unos segundos a recordar jugar con su cabello.