Morir por la noticia


Rubén Espinosa era un fotoperiodista que trabajaba en Veracruz. Fue asesinado en el corazón de México

8/13/2015, midnight
Morir por la noticia

Al fotoperiodista Rubén Espinosa (31) se le vio en abril último en la Plaza Lerdo de Veracruz, junto a otros fotógrafos colocando una placa en memoria de la periodista Regina Martínez, corresponsal y colega suya de la revista mexicana Proceso, asesinada hacía tres años.

Martínez investigaba a narcotraficantes y políticos corruptos, escribía sobre derechos humanos y abuso de autoridad. Ejercía un periodismo riesgoso. Cuando hallaron su cuerpo la encontraron con señas de haber sido estrangulada y apaleada. Los que investigaron el crimen dijeron que se había tratado de un robo común. Sus colegas veracruzanos (entre ellos Rubén) no lo creyeron.

La muerte de Martínez sólo podía obedecer a la brutal campaña de intimidación que desde hace tiempo se inició contra los periodistas independientes de esa región.

Rubén no imaginó que sería la siguiente víctima. Aunque temía por su vida.

El 16 de junio alguien arrancó la placa de su amiga de la plaza. Comenzaban los días más hostiles de su vida.

De pronto, unos desconocidos comenzaron a aparecer frente a su casa. Los veía al salir en las mañanas cuando iba a cubrir una noticia y en las tardes, cuando volvía. Le tomaban fotografías sin miedo a hacerse notar.

EL DATO

Los periodistas parecen ser blancos fáciles en Veracruz. Desde el 2010, doce reporteros han sido asesinados durante la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Ningún crimen ha sido esclarecido.

Una tarde lo interceptaron unos sujetos que parecían dispuestos a saltar sobre él. No lo tocaron pero el acto fue demasiado hostil. Tras ese hecho, temiendo por su vida, decidió exiliarse en el Distrito Federal. No era paranoia. En Veracruz se vive en estado de alerta, ya que a diario se reportan muertes producto del enfrentamiento entre los cárteles de la droga.

Desde hacía ocho años, Rubén trabajaba como reportero gráfico independiente de las revistas Proceso y Cuartoscuro en Veracruz. Pertenecía al grupo de fotorreporteros que no se había congraciado con el poder: Denunció episodios de abuso policial como el de la Plaza Lerdo (en 2013), cuando los efectivos veracruzanos utilizaron garrotes de electroshock para reprimir a maestros y alumnos durante un plantón.

Este año siguió de cerca el caso de los estudiantes de la Universidad de Veracruz, a quienes unos encapuchados atacaron brutalmente con machetes, bates y fusiles durante una reunión.

La tragedia lo alcanzó el pasado 1 de agosto. El fotógrafo fue hallado muerto en un departamento en la Colonia de Narvarte en el DF. Es el primer periodista asesinado en la capital. En realidad se trató de un multi-homicidio. Otras cuatro mujeres fallecieron junto a él: la activista social Nadia Vera Pérez, quien en un video responsabiliza a Duarte por cualquier cosa que le pase; la maquilladora Yesenia Quiroz Alfaro; Mile Virginia Martin, una ciudadana colombiana, y Alejandra Negrete, empleada doméstica del edificio.

Los cuatro fueron amarrados de pies y manos con cinta adhesiva. Las mujeres estaban desnudas con signos de haber sido violadas. A cada uno le dieron un tiro en la cabeza.

Rubén Espinosa corrió la misma suerte que su amiga Regina Martínez. De los periodistas independientes de Veracruz, es el decimotercero que es asesinado. Aún no se tiene claro quién o quiénes lo mataron. México y el mundo esperan una respuesta. AGENCIAS