‘Dreamers’ necesitan estabilidad


Estudiantes indocumentados anhelan una vía a la legalización perenne que les permita enfocarse en su capacitación y posterior desarrollo profesional

11/26/2014, midnight
‘Dreamers’ necesitan estabilidad

Los ‘Dreamers’ que fueron aprobados para ser protegidos por la Acción Diferida (DACA), actualmente están renovando sus permisos de trabajo y cumpliendo con los debidos procesos migratorios para mantener su estatus.

Tres valiosos documentos a la legalidad ya tienen: una tarjeta con número del Seguro Social, un permiso de trabajo y la licencia de conducir. Estos tres documentos representan para ellos la libertad en este país. Poder trabajar, aspirar a otro estatus social, continuar con sus estudios superiores y ser más independientes, ya es un sueño cumplido para ellos.

Además de adquirir documentos, esta fuerza silenciosa ha ganado en autoestima. Cuando uno habla con los ‘Dreamers’ ellos revelan seguridad, confianza, valores, ganas de hacer valer sus derechos, compromiso social y hasta político. Acostumbrados a superar retos a pesar de la dificultad que representa no tener la documentación en regla, estos jóvenes han demostrado optimismo y ganas de hacer muchas cosas.

Dialogamos con tres jóvenes que aplicaron para el DACA, fueron aprobados y ahora están en pleno proceso de renovación. Una de ellas es Daniela Galván, quien fue la primera persona que fue aprobada y recibió sus documentos en Austin. También platicamos con Diana Morales y con el joven José Manuel Garibay. A continuación sus testimonios.

EL DATO: Según el USCIS, han sido aprobados 587 mil 366 solicitudes, de las 681 mil 189 recibidas hasta el 20 de julio del 2014. Hasta el momento cerca de 25 mil jóvenes, quienes fueron los primeros que se acogieron bajo el DACA, solicitaron ya la renovación.

‘Todo es temporal’

Daniela Galván fue nuestra entrevistada exclusiva cuando el proceso del DACA le otorgó sus documentos. Su foto portando el ansiado permiso de trabajo fue testimonio de que el DACA había llegado a Austin y que una estudiante hispana, nacida en México, era la primera ‘Dreamer’ oficial de la ciudad. Han pasado dos años, ahora tiene 23 años de edad.

¿Cómo y en qué ha cambiado su vida después de estos dos años? Bastante, demasiado y muy positiva. Antes de darse la aprobación del DACA no sabía cuál era mi futuro, porque sería maestra y pensaba que no podría ejercer. Aplico, me otorgan los documentos y todo cambia, ahora trabajo como maestra de primaria. He logrado independencia como mujer y ser humano y ahora estoy en pleno proceso de renovación de mis permisos.

¿Hace parte del sistema social por tener documentos? En cierta manera sí, pero a la vez no. Por ejemplo, no puedo votar y esto es algo que quisiera hacer porque con el voto podemos cambiar nuestro entorno social. Se siente a un nivel diferente porque sabes que todo (el DACA) es temporal. La licencia, el permiso de trabajo, es solo eso, un permiso y todo se prolonga por dos años. Los ‘Dreamers’ los hacemos todo a medias, porque estamos a medias. Por ejemplo, no puedes avanzar en términos de hacer la vida crediticia, porque no puedes comprar a crédito con el número de Seguro Social, solo es para trabajar. Definitivamente no es suficiente, pero tener el DACA es un paso muy importante. Ha sido una gran ayuda y algo que tiene un gran valor es que soy una persona que le aporta a ese sistema social del que usted me pregunta. Soy útil para los niños estudiantes y les aporto como maestra, ayudo a educarlos.