El Superintendente interino del Distrito Escolar Independiente de Austin (AISD), tiene claro que la educación cambia el futuro de las personas. Después de nueve meses en el cargo de forma temporal, al frente de las 129 escuelas y los 85 mil estudiantes de la Capital de Texas, los resultados le favorecen por la calidad que ha demostrado en el manejo de las relaciones y poder de convocatoria.

En corto tiempo y con proyecciones futuras, parece favorable el manejo que ha dado al organismo educativo. Por el momento todos están con él, cuenta con respaldo.

Cruz ha trabajado en la educación durante 28 años. Es decir, de sus 49 años de vida más de la mitad los ha dedicado a la educación. Su habilidad de enfrentar y resolver temas inmediatos, como la cercanía con los maestros, con la Junta Escolar, la junta de padres de familias y el sindicato de maestros, prometen un buen futuro para el AISD.

Él ha sabido escucharlos a todos, ha dado señas de ser un buen mediador y líder, también ha dejado claro que las puertas de su oficina están a la disposición del que quiera diálogo. Todo esto le ha valido el apoyo para posiblemente ser ratificado en el cargo.

Dialogamos con el Superintendente interino en su despacho, sobre su origen, lo que se viene, la actualidad y su balance en estos nueve meses.

¿Quién es Paul Cruz?

Vengo de una familia conformada por cuatro hermanos; mi padre y mi madre son originarios de Robstown, un pueblo cercano a Corpus Christi (Texas), donde también nacimos nosotros. Allí crecí y estudié mi educación básica, posteriormente nos mudamos para Corpus Christi y vivimos en algunas otras ciudades. Mi padre era músico, tocaba la trompeta; de él heredé el gusto por la música y los instrumentos. El tenía un grupo de música ‘Big Band’ y yo aprendí a tocar el saxofón. Junto con mis hermanos integrábamos el grupo y recuerdo que siempre dábamos serenatas el Día de las Madres. Los estudios superiores los realicé en Austin, en la Universidad de Texas, obtuve la licenciatura en ciencias de la educación y la maestría en la especialidad de inglés. También tengo una maestría en Ciencias en Administración Educativa de la Corpus Christi State University. He estado involucrado y comprometido con la educación durante 28 años.

¿Por qué la educación es tu pasión?

La educación es la clave para el desarrollo de una comunidad, de ahí depende todo. Con educación las personas se desarrollan, logran sus metas y consiguen mejores trabajos, progresan y se obtiene una mejor calidad de vida. La educación y la familia son la base del progreso. Debemos enseñar a nuestros hijos, a los niños y jóvenes, el valor de la educación.

En materia educativa, ¿Qué tan diferente es el Austin de hoy al de su época de estudiante?

Han cambiado varios factores, uno de ellos es la segregación. Antes se clasificaba a la comunidad por grupos, por etnias. Ahora hay diversidad e integración. Las leyes han cambiado para favorecer la unidad de la comunidad; Austin es una ciudad diferente y diversa, Hay personas de varios grupos sociales y países, entre ellos la mayoría es latina. Debemos seguir en esa misma dirección, la educación debe ser para todos por igual. Algo que también ha cambiado y es muy favorable es que los padres de familia, y la comunidad en general, están comprometidos con el tema de las escuelas públicas, con el futuro de sus hijos y quieren elevar el nivel de estudios. Se nota, las cifras lo demuestran: los niveles de deserción escolar, sobre todo entre los latinos, ha disminuido y seguir bajando esa cifra es uno de los objetivos hacia el futuro. También el nivel de asistencia a las escuelas va subiendo. Ahora hay más estudiantes graduándose y completando la preparatoria. Se ha hecho un buen trabajo, ese es el camino para nuestros jóvenes.